Abrigado en un árbol sin chaqueta
Cuenta historias un muerto sin cansancio
Habla el lucero de locura y desquicio
Invitando al amor tras la puerta abierta.
Que no pasaba sin morir la Imprenta
Dormidos cuadernos al precipicio
ríos de tintas, de sangre y suplicio
el que sumiendo en dudas deja una veleta.
Romances licántropos a Una muy cara
De versos vacios y balas de plata
De labios carmín llenos de barro.
Porque tanto hablar y poco callara
Pues ahí mi patria se vende barata
Cuando Eros no existe y muero en desgarro.
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1 comentario:
Parisino la lectura y la belleza exterior del poema se podría decir que es suficiente pero en cuanto a la comprensión y la intención de transmitir algo se nota que no eres precisamente Lope De Vega. Toca esforzarse más.
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