...el detalle, el suspiro...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Un absurdo...

(atardecer con vos)
Un movimiento absurdo,
un respirar de emociones vanas y yermas
que danzan sin ritmo en una hoguera sin culpables.

Un absurdo,
un soliloquio dentro de la exaltación,
la consumición, la extrapolación,
la expresión, la maduración, la canción
la inspiración, el horror, la vomitera,
la llantera, el dolor o el amor,
la borrachera, la estratosfera, el bien,
o el cielo, o la tierra o el mar…

Un movimiento absurdo,
un movimiento de bienes y ocio,
de tigre devorando las claves y haciendo
aceite en la espuma y en el mar,
devanando los sesos, las manos, los muñones,
la sangre,
el tigre,
lo absurdo,
lo razonable,
la sin razón,
la hipérbole…

Un absurdo ,
una correspondencia autónoma
intacta tras el paso de los años,
una rutina de vienes y voy, y novedad,
y una rutina de viernes en viernes,
noches en noche, seis en el seis,
y nunca las siete y nunca el cielo,
y nunca el juego de dioses,
y nunca lo corriente,
y nunca la repetición,
y nunca tu o nunca yo.

Un movimiento absurdo
de moscas en la basura, de ¿dónde estás?
de sombra en los cristales,
de ventanas por donde tirarse,
de ¿de donde estás?
del reino inefable, eterno inenarrable
de ventanas por donde tirarse,
de tirarse con la casa por ella,
de tirarse con la ventana por ella,
de tirarse con el marco por ella,
de tirar mi vida por ella,
de tirar por ella,
de ella,
ella

Un movimiento indescriptible,
un movimiento conjunto,
un movimiento absurdo,
de razón irrazonable,
de ver detrás de los ojos.

Un movimiento que es nuestro movimiento y no hay más,
y da igual que sea movimiento
y da igual el tiempo
y da igual la sombra, el mar
y da igual…

y yo, mas yo,
y y tú mas tú
y yo, y yú
y to y tú

Cada vez menos yo y cada vez menos tú,
cada vez menos “ellos” porque cada vez mas “nosotros”
y da igual la casa, y la ventana,
y que nos hallamos tirado,
y que hallamos tirado la casa,
y la ventana,
y el vacio,

Porque el movimiento no será o no es o hacemos que sea
cada vez menos absurdo ,
porque el movimiento de estos puntos de luz extranjera
que no sabemos bien si cometas, planetas, estrellas,
basura espacial, nave, acero, materia o antimateria,
judía, cristiana, negra, blanca, roja, verde, terrestre,
extraterrestre, cromada, exacromada, yuxtacromada,
decromada…
Es cada vez un movimiento menos absurdo en el espacio
y estas figuras eternas, minúsculas,…
forman nuestra figura, nuestro lento abrir de ojos,
nuestro sueño ligero y cotidiano,
nuestra elevación infinita…
Un ritmo absurdo en la razón
que hace danzar por hogueras, memorias,
recuerdos, lauras, beatrices, madonas, magas,
helenas, ítacas, peumayén, oxímoron, y paradojas,
desequilibrio y equilibrio, piratas y princesas,
soldados y enfermeras, borrachos y camareras,
amor y odio, dolor y muerte, calor y barro.
Un ritmo absurdo que protege nuestros pies al danzar por la hierba
y por el fuego,
que protege al calor del vino, al calor de las rosas,
una melodía exasperada que ruge desde la profundidad de la tierra,
un ritmo, un movimiento, un llanto y una alegría,
rosas muertas que salen del cesto
siempre luchando contra la nada, una vida,
una vida
siempre luchando contra la nada
que nos barrera
y que mas da.

Como hablar fallando y sin sentido es
en efecto es precisamente la sabiduría
este mundo que no se entiende sin mente
una de las cosas mas bellas, y eros es amor
y sin ti, y sin tus noches, noches reciprocas que
respecto de lo bello, de suerte que es forzoso

no me puedes decir con palabras, y si las dices
que eros sea amante de la sabiduría, y, como es
bien sabes que no las creeré, que la piel engaña
amante de la sabiduría, se halla
y el cuerpo, y la mente, y todo es falso
a medio camino entre

y no nos vemos, como no nos sentimos,
sabio e ignorante…
pues la luz que nos une es tan absurda, que podríamos
ser moscas, o dos puntos de luz que dibujan
nuestras absurdas figuras sin sentido en el aire
de la noche, en los días, dibujando sin vernos la más
absurda de las figuras, como el lenguaje, que no

dice nada, y sin embargo nuestra figura,
como este juego opaco, del que me dispone Cortázar
para explicar como desde lo absurdo todo es
entendible, y te quiero…

Me paro, saboreo el aire…

Respiro
(-Mira, cierra los ojos,
somos una estela..)

Que el mundo está ahí fuera, ( o no está)
y nada se entiende, y no hay redes, ni lienzos…