...el detalle, el suspiro...

miércoles, 10 de febrero de 2010

Canto III, Tríptico Deleitoso, Margen Izquierdo


¿Veis correr el aire gimiendo cansado,
la fresa infecta,
el roto rostro de las gacelas,
los cansados lagos hastiados
de mundo, de carne
y naufragios?

¡Oh, mirad el calor demacrado,
que llora arriba de las frías montañas
al lado de los jubones, de la solitaria escarcha
y de los teñidos vestidos de vestal dorado,
que dejó de vestir
el maníaco bufón!

¡Alternar vuestras obscenas miradas
entre los cuerpos desnudos
y los muertos alados
mordiendo juntos nueces de plata,
mientras abrazan flores
entre sus brazos!

¡Asquearos al mirar los vientres
a la luz del mundo
cuando el rey del cielo
sobre ellos se posa desobediente,
con dos estrellas de noche,
con un insecto del barro!

Legó delirando en barca
de los lodos del averno.
Vomitó Lüzbel y parió
de su bello vientre un ángel la tierra
¡Infecta el paraíso,
oh, dulce brisa de invierno!

Donde matan las gaviotas
recoge su gozo lo humano
donde se mata lo mundano
de azúcar se viste la sal.
Donde la ballena no mata
comienza el tigre a caminar.

 
Allí, cuando al verte de ropas cansado
das tus primeros pasos para cazar,
¡Correr de las horas, al cordero sacrificad!
escuchas suave rumor
cuerpo informe,
extrema belleza.

Al fondo de la tumba el galán está,
el endeble pequeño,
el pequeño osado,
con todas sus pinturas en libertad
cual grisáceo cuento
cual cruento en sacro altar.

Junto al calor de unos brazos,
junto a de mi rosa la raíz,
de mis huesos su pasado y su lombriz,
al frío bien calado.
Entra de cabeza y mira,
¡Embárcate por Olvido!

Ríe presto ahora, que ves de verde
campos, selvas, tras metopas,
que eran oscuras, raudos se desternillan
altos claros, brisa que canta, al verte.
Lúgubre la noche,
coloridos los puentes.

Mira, que no hay sombras,
desespera en tu intento,
llena tus días de esperpento,
que no canta la penumbra.
Así llena tus días largos
de vanidad vacía.

Moldea tus sombras cual ella,
para mirarla demasiado oscuro
del que mata espejo mismo
moldea tus sombras cual ella
ríe al tiempo que llores
llora al tiempo que huyes.

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