...el detalle, el suspiro...

martes, 11 de agosto de 2009

De unas musas y un tejado

De pequeño siempre soñé con el Parnaso.

En las tardes de domingo descubrí

que las musas nunca llaman a mi puerta,

que el deseo es el que babea tras de ti.


Asqueado por contar un solo verso

en el bosque, con las hojas me mecí,

pues nunca quise convertirme en marioneta

en las noches me arrancaron de raíz


Nunca quise confundirme en las paradas

Nunca quise imaginarme sin candil

Nunca quise conseguir tus ojos tristes

Nunca amé el tenerte sin sentir.



Solo pude esperar en el tejado

Los otoños maniatados en tu abril




Y esperar el olor del carbón mojado

El azar de nuestras juagadas de parchís

El calor del cemento recién echado

Y el silencio que utilizo por vivir


Reiterando mis armas de artificio
De palabras, de juegos, de morir,
De conversaciones de historias de plata
De noches de oro por no poder dormir

Yo ahora solo canto al Parnaso

Por los viejos domingos descubrí
Que las musas nunca llaman a mi puerta
Que solo hay una por la que yo deseo morir


Nunca existieron los puntos y aparte
Nunca he amado el amarte o dormir
Solo quiero ver el cielo tras mil ventanas
Y en las nubes ver reflejado tu perfil

Solo pude esperar en el tejado
Los otoños maniatados en tu abril

Nunca jugué para tenerte entre mis brazos
No jugué para calmar mi dolor
Olvidé que estabas al otro lado de la mesa
Que mis pies no alcanzaban tu violín

Conseguí trasportarme a un mundo nuevo
Con tu perfume y unos versos de tus manos
Con la muchedumbre pasando por mi lado
Contigo al frente no la pudo percibir

Olvidé que eras parte del pasado
De un futuro de mi alma alejado
De un presente con amor civilizado
Que eras parte de tu adorable sentir


Sobreviví del cajón de las migajas
Olvidado en el olvido junto a mi


Ya es tarde para amarte en esta vida
Por eso he muerto, para no poder vivir
He esperado siempre con los zapatos puestos
No me importa desgastarlos, no me importa

Nunca fui de los quieren quererla querer
Nunca estuve engañando mi opinión
Mi silencio tiene alas de hojalata
La costumbre me robó el corazón

Pero ahora tengo algo mas conflictivo
No me deja ni pararme a dormir
Me transporta por las noches a tu cabeza
No me deja hacer otra cosa que pensar en ti


Solo quedan unas manos escondidas

Solo quedan las ventanas y el perfil

Solo tengo un tejado mas que aguado

Solo existe una musa en el jardín

1 comentario:

Tio la pita (menos de 20) dijo...
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