(Inciso)
Querer ahogar lo bello de la noche,
matar los ritmos lentos del camino
como Barro soñó ser tu destino,
y en la vida vagar como fantoche.
Seré el humo viejo de los coches
cuando al atar mis manchas al vestido
de las damas del cielo, clandestino,
y el mundo así me mire y me reproche.
De símbolos llené presto el legado
de una vida de muerte desgastada,
con viejas ropas, sucio y demacrado
Para ofrecer el rapto en madrugada,
cuando tu hiel oscura cambie el prado,
y tu nombre consiga, rosa y daga.
2 comentarios:
Maravilloso. Sensacional. ¡Qué ritmo! Y soneto, palabras mayores en poesía.
Gracias, poeta.
Las gracias han de ser de mí para tí, y no al contrario, pues quien realmente da vida a la obra es el lector. Y por ello te doy las gracias, por dotar de alas al humilde soneto.
Muchísimas gracias Isabel
Un fortissimo abrazo
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