Desnudos estos versos a tu lado
Con estrellas grises y cielo nublo
Para mí lo más hermoso de su todo
Que me regale todo lo que ha dado
Solo lo poco que ella tuvo
Dormir sin ti escuchando tus baladas
Tus poemas, tus historias, tus facetas
Nuestra guerra del pasado
Nuestros cafés sin las copas en los labios
Sin las manos en los brazos
Y despacito mientras cría que dormías
Te susurraba suavemente al oído
Te preguntaba en sombras si me querías
Te lo decía suave pero intenso
No sabía que me oías
Un pájaro por la ventana se adentró
Nuestro sueño interrumpió y
Sin quererlo, o sin querer
Tú te fuiste de mi lado
Te convertiste en mi pasado
Yo sabía de sobra que mi vida entera
Dependía de un suave hilo que se rompe
Con el canto de cordero en la manada
Con el aire que se mueve por la sala
Con la brisa de tus alas
Pasaron los años y no te volví a ver
Y cuando dormía, tus venias
Te adentrabas en mi cabeza
Te acurrucabas mientras unas lágrimas caían
Por encima de la mesa
Te convertiste en lo que hoy mi todo es
Mi presente y mi ayer
Mi parís aguado por la lluvia
Mi sala de juguetes calcinada
Mi solitario champagne francés
De sobra sabes que nunca te olvidé
Que por ti dejaría la vida entera
Que los domingos por la tarde renacerían
En un otoño en tonos marrones
Dejaría de mirar a tu tejado
A tus ventanas desde este escenario
Donde se desarrolla la más terca obra de teatro
En la que un pirado espera algún milagro
Una obra sin guion ni artificios
Una obra que depende de un colgado
Que no mueve nada por el cielo
Que desprecia el tiempo consumado
Que me tiene atado año tras año
Que me miente diciendo que ya te has marchado
Boca agria, no sabría que decirte
Hace tiempo que te espero
Desde este lado del sendero
No me mires no te quiero
No te quiero sonreír
Destruiría tus sonrisas con mis labios
Tus miradas, tus palabras, tus zapatos,
Los te quiero sin palabras y sin gestos,
La paz en el reino del infierno,
Y los versos como ya más de una vez he hecho
Tras mi cortina negra de humo
Tras mi capa de chico duro
Tras las casas de palillo
Tras las despedidas sin ti
Tras las noches escuchando tus poemas
Tras los llantos y lamentos
Tras los caros medicamentos
Tras las noches sin tu luz
Tras las camas desechas pocas veces
Tras las miradas
Tras los gestos
Tras el mar
Tras la arena de un reloj destartalado
Tras de ti alejándote al océano
Tras la vida
Tras la muerte
Tras tus ojos amaneciendo a mi lado
Iluminando con su luz el mundo entero
Se desnuda mi te quiero
Mi “ya no quiero correr”
Mi mirada despistada a la multitud
Donde entre el ruido y la gente
Te mire sin pensarlo de repente
Justo en el instante cuando me mirabas tú
Y fue cuando una sola voz conseguí oír
Solo una de entre tanta pulcritud
Tanto tiempo buscándola entre la multitud
Y por fin la he hallado
Fue sin querer, como si estuviera planeado
Habían pasado ya más de mil noches
Quizás unos días, y miles de deseos alados
Para que en tan solo un poema
Apareciera tu amor plasmado.
Con estrellas grises y cielo nublo
Para mí lo más hermoso de su todo
Que me regale todo lo que ha dado
Solo lo poco que ella tuvo
Dormir sin ti escuchando tus baladas
Tus poemas, tus historias, tus facetas
Nuestra guerra del pasado
Nuestros cafés sin las copas en los labios
Sin las manos en los brazos
Y despacito mientras cría que dormías
Te susurraba suavemente al oído
Te preguntaba en sombras si me querías
Te lo decía suave pero intenso
No sabía que me oías
Un pájaro por la ventana se adentró
Nuestro sueño interrumpió y
Sin quererlo, o sin querer
Tú te fuiste de mi lado
Te convertiste en mi pasado
Yo sabía de sobra que mi vida entera
Dependía de un suave hilo que se rompe
Con el canto de cordero en la manada
Con el aire que se mueve por la sala
Con la brisa de tus alas
Pasaron los años y no te volví a ver
Y cuando dormía, tus venias
Te adentrabas en mi cabeza
Te acurrucabas mientras unas lágrimas caían
Por encima de la mesa
Te convertiste en lo que hoy mi todo es
Mi presente y mi ayer
Mi parís aguado por la lluvia
Mi sala de juguetes calcinada
Mi solitario champagne francés
De sobra sabes que nunca te olvidé
Que por ti dejaría la vida entera
Que los domingos por la tarde renacerían
En un otoño en tonos marrones
Dejaría de mirar a tu tejado
A tus ventanas desde este escenario
Donde se desarrolla la más terca obra de teatro
En la que un pirado espera algún milagro
Una obra sin guion ni artificios
Una obra que depende de un colgado
Que no mueve nada por el cielo
Que desprecia el tiempo consumado
Que me tiene atado año tras año
Que me miente diciendo que ya te has marchado
Boca agria, no sabría que decirte
Hace tiempo que te espero
Desde este lado del sendero
No me mires no te quiero
No te quiero sonreír
Destruiría tus sonrisas con mis labios
Tus miradas, tus palabras, tus zapatos,
Los te quiero sin palabras y sin gestos,
La paz en el reino del infierno,
Y los versos como ya más de una vez he hecho
Tras mi cortina negra de humo
Tras mi capa de chico duro
Tras las casas de palillo
Tras las despedidas sin ti
Tras las noches escuchando tus poemas
Tras los llantos y lamentos
Tras los caros medicamentos
Tras las noches sin tu luz
Tras las camas desechas pocas veces
Tras las miradas
Tras los gestos
Tras el mar
Tras la arena de un reloj destartalado
Tras de ti alejándote al océano
Tras la vida
Tras la muerte
Tras tus ojos amaneciendo a mi lado
Iluminando con su luz el mundo entero
Se desnuda mi te quiero
Mi “ya no quiero correr”
Mi mirada despistada a la multitud
Donde entre el ruido y la gente
Te mire sin pensarlo de repente
Justo en el instante cuando me mirabas tú
Y fue cuando una sola voz conseguí oír
Solo una de entre tanta pulcritud
Tanto tiempo buscándola entre la multitud
Y por fin la he hallado
Fue sin querer, como si estuviera planeado
Habían pasado ya más de mil noches
Quizás unos días, y miles de deseos alados
Para que en tan solo un poema
Apareciera tu amor plasmado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario