Morir cuando suena una balada
Y Vivir cuando muere mi ilusión
Soñar con los sueños de argonauta
Y sentir suavemente mi prisión
De mi tierra al nacer fui desterrado
La distancia la contaron los años
El silencio que susurras a mi oído
Sin quererlo te obligas a sentirlo
Postrado en una barra mientras gira
Un mundo alejado de mi mismo
Un lugar donde abundan los abismos
Un camino destinado al precipio
Y al caer volar sin destino
Sonreir por sentir lo sentido
Destinarme a un sendero sin futuro
De esperanzas rotas forjado
Y mirar llamaradas de plata
Y mirarte andando descalza
Arena de hormiguitas aladas
Te levantan castillos de escarcha
Y mentir como no sentir nada
Y fingir ser soldados de plomo
Burlar y callar bien los nombres
Que a canciones y odas responden
Huiré de un color tan mundano
Por amor lo jamás deleitado
Por mirar el cielo anaranjado
Y mirar tus dos ojos de caucho
No poder consentír la doctrina
Que rompe el egoísmo ilusorio
Que me hace sentir tan lustroso
Y tan lleno a la vez de resina
Derretir tu barrera de cera
Y adentrarme en tu ser dulce estrella
Responder mil preguntas al viento
Sorprenderte al decir un “te quiero”
Y al volver a mirarte los ojos
Ver que no existen fronteras
Que el pasado jamás existió
Que un paréntesis era un “espera”
No hay comentarios:
Publicar un comentario